PRÁCTICA SESIÓN 3

LA COMUNICACIÓN FAMILIA-ESCUELA EN EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA

  • Título

La comunicación familia-escuela en Educación Infantil y Primaria.

  • Cita APA

Garreta, J. (2015). La comunicación familia-escuela en Educación Infantil y Primaria. Revista de Sociología de la Educación, 8 (1), pp. 71-85.

  • Palabras clave

Relación familia-escuela, comunicación, nuevas tecnologías, etnografía y encuesta.

  • Resumen o abstract

La comunicación familia/escuela no ha sido una temática central en la investigación sobre educación en España, aunque sí es cierto que se ha incorporado en ocasiones al analizar la relación entre ambas instituciones o la participación de las familias en la escuela. Este texto presenta, a partir de trabajo empírico propio (etnográfico y encuesta), los principales canales de comunicación existentes y el uso que se realiza de ellos. El punto de partida del trabajo realizado es que existen múltiples canales, pero éstos no siempre se utilizan o utilizan adecuadamente comportando que existan obstáculos importantes en la comunicación y que ésta sea mejorable. Además, un punto destacable es el poco uso que se realiza de las nuevas tecnologías a pesar del potencial que tendrían.

  • Conclusiones

Un elemento importante para potenciar las relaciones familia-escuela y la participación es la existencia de una comunicación fluida en ambos sentidos. Los canales de comunicación habituales entre la escuela y los progenitores son las reuniones de inicio de curso, las tutorías, la agenda escolar, las circulares y las notas a los progenitores y el panel de anuncios. Aunque son mejorables, se presentan como efectivos en los centros y son adaptados a la realidad en la que se trabaja. Eso sí, el uso del teléfono, el correo electrónico y la web o el blog debe ser repensado y ampliado, ya que, por el potencial que creemos pueden tener, están siendo muy infrautilizados. Si el teléfono es poco utilizado, el correo electrónico apenas es mencionado en la etnografía y no aparece en los resultados de la encuesta. De hecho, aunque algunos de nuestros interlocutores indiquen que tiene potencial, en la práctica, el miedo por el tiempo que los profesionales deberían dedicar a responder a los progenitores conduce a que afirmen que es mejor utilizar otros canales de comunicación. Por otro lado, la web y el blog, a pesar de que dan a la escuela una capa de modernidad, también presentan limitaciones de uso importantes. Una vez que existen, la web es percibida más como un expositor público con el que vender el centro que como un canal de información para las familias, y el blog, que es siempre más activo, se utiliza principalmente en los momentos de “crisis”, es decir, en situaciones que generan debates concretos y que consiguen atraer el interés de los más motivados. De forma sintética, los resultados de los dos estudios presentados, uno base del siguiente, nos indican que en los centros de infantil y primaria no se está aprovechando lo suficiente el potencial de las nuevas tecnologías para que fluya la información y comunicación entre familias y profesionales.

Del trabajo realizado a partir de una muestra de centros de la Comunidad Autónoma de Cataluña, más allá de constatar las acciones llevadas a cabo por centros públicos que imparten educación infantil y primaria, detectamos que existen obstáculos en la comunicación y que es necesario superar algunos de ellos: falta de interés o de tiempo de las familias/tutores; incomprensión de los padres de lo que espera la escuela o desconocimiento del sistema educativo; incomprensión por parte del profesorado de lo que quieren las familias, etc. Pero, especialmente, observamos que es necesario superar la idea de que es principalmente la institución familiar la que debe dar pasos para acercarse a la escuela, porque es a la familia a la que se atribuye preferentemente la responsabilidad de que la comunicación no funcione o funcione mejor. Los encuestados de los equipos directivos –y los docentes o los representantes del AMPA que participaron en la encuesta– otorgan una elevada responsabilidad a las familias y mucha menos a los profesionales de la escuela. Evidentemente, las familias deben hacer cambios, pero también la escuela tiene una responsabilidad en esta mejora, y hace falta que sea consciente de ello. De hecho, la encuesta a equipos directivos indica que los centros han intervenido principalmente para dar a conocer el centro y su organización (a través de jornadas de puertas abiertas y reuniones en grupo, en diferentes momentos del curso, con las familias) y para facilitar el encuentro entre las familias y el profesorado (realizando tutorías y adaptando los horarios de estas para facilitar el encuentro), pero ya menos en conocer las expectativas de las familias y mejorar las actitudes docentes y de las familias. Parece también que aquí domina el discurso de que es la familia la que debe adaptarse. En síntesis, parece necesario que la escuela reconozca su propio rol para la mejora de la relación y la comunicación con las familias y que realice pasos para conocerlas mejor, ya que es lo que las familias perciben como interés, ganas de comunicarse e, incluso, afecto.

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