PRÁCTICA SESIÓN 3


ALIANZA FAMILIA-ESCUELA: PERCEPCIONES, CREENCIAS Y ASPIRACIONES DE PADRES Y PROFESORES DE ENSEÑANZA GENERAL BÁSICA

  • Cita APA

Rivera, M & Milicic, N. (2006). Alianza Familia-Escuela: Percepciones, Creencias, Expectativas y Aspiraciones de Padres y Profesores de Enseñanza General Básica, Psykhe, v.15, n.1, pp.119-135.

  • Palabras clave

 Familia-escuela, creencias, aspiraciones, consensos, disensos, educación

  •  Resumen o abstract

Resumen= Se refieren los resultados de un estudio cualitativo realizado en Santiago, cuyo propósito fue describir y comprender las percepciones, creencias, expectativas y aspiraciones de padres y profesores sobre la relación familia - escuela. El diseño metodológico se adscribió a los principios del paradigma interpretativo, según los principios de la Grounded Theory. Las técnicas de recolección fueron entrevistas semi-estructuradas y grupos focales a madres y profesores, constituyendo una muestra total de 48 sujetos. El estudio aporta información descriptiva y comprensiva sobre consensos y disensos de ambos respecto del sistema relacional familia- escuela, roles, normas, comunicación, conflictos, participación, alianza y educación. Finalmente emerge un modelo del sistema relacional familia - escuela, incluyendo barreras, facilitadores y parámetros que posibilitarían una alianza efectiva.

  • Conclusiones

CONCLUSIÓN= En primer término, el estudio aporta la distinción entre los diversos tipos de familias en condición de pobreza (nucleares, monoparentales con red de apoyo social y monoparentales sin red de apoyo social) y su participación en la escuela, junto con su visión, expectativas, aspiraciones y creencias en torno a la educación y el rol de padres y profesores en la relación familia-escuela. Esto evidencia por una parte, la importancia del apoyo de la familia extensa, la cual se convierte en un soporte en la educación; y por otra, la necesidad que la escuela abra sus puertas y se aproxime a aquellas familias monoparentales sin una red de apoyo social.

La configuración familiar conlleva en algunos casos recursos transgeneracionales y en otros, la desesperanza aprendida, los cuales se constituyen en el anclaje de las aspiraciones de los padres en torno a la educación de los hijos. Con esto, se facilita el involucramiento de padres y familiares en el proceso educativo. Sólo así, en la medida que la escuela conozca a sus destinatarios la diversidad de padres y apoderados podrá dirigirse a ellos, de acuerdo al perfil de cada uno, validando sus competencias y dificultades, propiciando su participación, ya sea mediante un rol activo en el proceso de aprendizaje o por medio de una gestión y control directo en el sistema (Gubbins, 2001; Navarro, 2002).

Generar un cambio tan radical en la demanda de la escuela, como reconocer que no todos los padres poseen el mismo perfil de competencias para participar de la educación de la misma manera, pone de relieve también la aspiración manifestada por padres y profesores acerca de constituirse en una comunidad en que los problemas como la falta de tiempo sean auténticamente considerados en el sistema familia-escuela. En tal sentido, es necesario generar espacios de diálogo en torno a situaciones de violencia y maltrato en la relación familia-escuela. Al respecto, llama la atención en el discurso de los padres, la fuerte tendencia a perpetuar los comportamientos maltratadores y las ideologías que los sustentan como parte de la cultura de sus familias (Barudy, 1998) y que hoy también es parte de la relación familia- escuela sin que muchos se sorprendan de ello. Es necesario reconstruir el ecosistema de maltrato y violencia en la relación familia-escuela para reconstruir las creencias y significados que validan la violencia como medio de resolución de conflictos.

Elevar la calidad de la educación pasa necesariamente por apoyar a los padres a que tengan prácticas parentales saludables que a su vez generen niños con actitudes más positivas frente a la escuela, con mayores aspiraciones y expectativas sobre su desempeño y rendimiento académico (Ballen & Moles, 1994; Chavquin & González, 1995; Epstein, 1992). Es fundamental que las tareas de la escuela al hogar impulsen en los padres una visión y expectativas en torno a logros posibles de los hijos, que logren fortalecerlos en sus anhelos de futuro y los lleven a ser más competentes en el ámbito escolar.

Finalmente, es relevante el aporte del estudio en el sentido de reconocer a los propios actores sociales de la problemática abordada y validar sus propias visiones. En tal sentido,la información constituye un desafío en el plano de las investigaciones educativas, pues contribuye a reconocer de una vez por todas cuál es el verdadero perfil de estos actores sociales, cómo piensan y cómo co-construyen su realidad. En este mismo sentido, el estudio los evidencia como auténticos protagonistas, capaces de estar a la cabeza de dichos cambios si la escuela se vuelve un espacio favorable para ello.
Invertir en la promoción de estilos de vida saludables en la escuela es sin duda un beneficio a largo plazo que podría contribuir grandemente a impulsar la cultura y con ello tender al mejoramiento de la calidad de la educación. Se trata en síntesis de una escuela popular, la misma de Fals Borda, aquella en que los cambios provienen desde las comunidades educativas que basan sus esfuerzos en la interacción y la educación, a partir del diagnóstico de situaciones y la práctica como fuentes de conocimiento.

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